viernes, 8 de mayo de 2015

INTENCIÓN Y LA FUERZA DEL PENSAMIENTO






Hoy vamos a hablar del peso de la intención, ¿que os parece?, un temita peliagudo, ¿quien no a oído alguna vez,...¨la intención es lo que cuenta¨?.
Parece mentira pero eso es así, la intención que ponemos en nuestras acciones, para bien o para mal, tiene un peso específico.
Los sentimientos negativos, especialmente la envidia, la rabia, los celos...suelen cargar nuestra intención y aunque no os lo creáis un mal comentario, una maldición cargada de rabia, genera una honda de energía que puede conseguir su fin, intencionado o no, y causar mucho daño aunque no se haga efectivo al momento.
Es muy fácil dejarse llevar por la rabia cuando consideramos que tal o cual persona nos ataca y la reacción inmediata es devolverle la piedra, normalmente a modo de maldición, pero esto hay que aprender a controlarlo por tres motivos principalmente:

  1. porque podemos generar un efecto boomeran ya que la otra persona también es capaz de reaccionar.
  2. porque con este gesto estamos fortaleciendo y dándole un valor, que posiblemente no tuviera, a la acción que la otra persona hubiese gestionado,
  3. Porque las personas no tenemos mala fe, por norma general, y si tu eres buena persona y en algún momento, ya sea por rabia, por frustración etc. lanzas una maldición contra alguien y por el motivo que sea enferma, o cae en desgracia, estarías sumando un sentimiento de culpa a tus espaldas.
por todo ello es preferible dejar que fluya la energía incluso la negativa.
La forma de defenderse es la que hemos hablado, fortalecer nuestro campo energético.
Pero de igual forma podemos guiarnos por sentimientos positivos y poner énfasis para que nuestras acciones lleven carga positiva, sobretodo en lo que respecta a nuestro entorno cotidiano, el simple hecho de beber un vaso de agua pensando que es salud, hacer la comida  pensando con amor en los condimentos que ponemos o mostrar agradecimiento por tener trabajo, todas estas pequeñas cargas harán nuestra vida mas positiva y cuantos mas puntos positivos pongamos en ella mejor nos irá.
No podemos dejarnos llevar y actuar todos los días como autómatas, pon un pensamiento  positivo en tu mente antes de poner el pié en el suelo al levantarte, piensa que si crees que todo te va  mal posiblemente todo el día presente un estado gris y todo vaya mal, pero si piensas que hoy puede ser un buen día las cosas pueden cambiar, acostúmbrate a poner un pequeño pensamiento positivo cada vez que te acuerdes.
Si estas enferm@ o te sientes débil piensa en la comida como algo que aportará salud a tu organismo, o si vas en coche a un lugar donde normalmente sea difícil aparcar piensa que vas a aparcar perfectamente, son sólo ejemplos pero si acostumbras a tu mente a poner un poquito de luz en tus actos conseguirás que poco a poco cambie en ti la forma de mirar la vida y se convertirá en un acto reflejo que dará fuerza a tus sentimientos, aumentando la carga positiva que infundas a cada momento.
Espero que esta entrada sirva de ayuda para entender el valor y la fuerza del pensamiento , ya sea positivo o negativo, por hoy me despido como siempre con un gran beso de luz. 
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